Pues después de meses de espera, de una pequeña intervención quirúrgica de por medio y de muchas horas quitadas a la familia y al descanso de uno mismo para entrenar y entrenar... llegó el gran día.
Al igual que el año pasado nos fuimos un día antes para Ronda a recoger el dorsal y ver el ambientazo que hay por todos los rincones de la ciudad, pero en especial en la Alameda del Tajo.
Este año no iría sólo, iba a recoger mi dorsal y el de mi amigo Joaqui, que se estrenaba en los 101.
Una vez recogidos los dorsales a descansar que el día siguiente es muy largo y hay que llegar lo más en condiciones posible.
Este año el "equipo de apoyo" de los TO TIEZO Y PA´LANTE superaba en número a los del año anterior. Se ve que el año pasado lo pasaron superbien de pueblo en pueblo animando y este año en vez de tres, eran seis. ¿Cuántos serán el año que viene?
A las 9:30 ya estábamos por los alrededores del estadio, hacíamos las fotos pertinentes de antes de entrar y esperábamos a Joaqui que llegaba de Arcos. Ya en la cola esperando a que el legionario sellara nuestro pasaporte "a la gloria" los nervios estaban a flor de piel... y todavía nos quedaba un buen ratito que esperar.
Por fin entramos al estadio, nos dirigimos del tirón al grupo de personas que ya esperaban para entrar a la pista del estadio y nos pusimos a la cola... otra vez en cola uffff!
Las bicis salieron y nosotros, los marchadores, entramos al cajón de salida y tras el discurso legionario, chupinazo y VAMONOS! Algunos parecían que iban a hacer 100 metros en vez de 101 km, qué prisas!
Durante muchos km todos muy pegaitos unos con otros por la cantidad de gente y lo estrecho de los carriles.
Pero por fin llega un momento en que no tienes que ir codo con codo y empiezas a disfrutar un poco más de la caminata ya un poco más relajado tras los nervios de la salida. Van pasando km y avituallamientos... puente de La Ventilla, las Navetas, Parchite, Arriate,... En fin, las horas en que más calor se pasa y este año no ha hecho poca. Aún así ya llevaba casi una hora de ventaja al tiempo del año pasado debido principalmente al trote de los primeros km.
Y esa calor pasó factura, aunque estábamos realmente bien de fuerzas y de piernas, a Joaqui los pies empiezan a darle señales de rozaduras y ampollas. Eran perfectamente aguantables, pero ya estaban avisando y sólo íbamos por la mitad de la carrera. Ese hubiera sido el momento de parar, curarlas y seguir luego, pero por no parar acabó sufriendo más de la cuenta y lo que hubiera sido una parada corta que apenas se hubiera notado en el tiempo final, se convirtió en una pérdida de tiempo gorda en los últimos km.
Llegamos a Setenil, llevábamos más de una hora de ventaja al tiempo del año pasado. Las enormes colas para recoger la mochila del año pasado y este año casi nadie allí. El año pasado allí se me hizo de noche y este año... ¡qué claridad todavía!
Paramos poco y seguimos contentos por cómo nos están saliendo las cosas. Siguiente parada: el cuartel. Me acuerdo perfectamente de la bajada mortal que hay justo antes del cuartel y tengo clarísimo que este año la haré corriendo. Pero llegamos al lugar y cuándo nos vamos a echar a trotar los pies de Joaqui dicen que ni en broma puede hacerlo, así que la mayoría del tiempo vamos andando. Aún así llegamos al cuartel y vemos que son casi dos horas la ventaja al tiempo del año pasado.
Yo también me noto molestias en la planta del pie izquierdo, pero nada que no me impida acabar la prueba con lo poco que nos falta ya. Bueno.... pocos km sí, pero los más duros. Nos queda subir la Ermita, bajar hasta Estación de Benaoján y empezar el "calvario" rompepiernas de los últimos km que acaba con la famosa cuesta del cachondeo.
En ese tramo las fuerzas más justas y las molestias de los pies nos hacen perder muchísimo tiempo. Las casi dos horas de ventaja que llevábamos al tiempo del año pasado en el cuartel se quedan en tan sólo 45 minutos en la meta. De todas formas el tiempo es lo de menos y lo importante es que lo conseguimos. Si además mejoramos la marca del año pasado pues mejor. 19 horas son las que necesitamos para recorrer los 101 km y en esas 19 horas disfrutamos como enanos (a pesar del sufrimiento).
El dolor desaparece... el orgullo permanece.
Os dejo un vídeo-resumen para que ve veáis nuestra experiencia de este año, espero que os guste.
Track de la ruta:
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